En la sociedad actual, muchas veces nos encontramos con situaciones en las que somos testigos de injusticias, discriminación, violencia y abusos. Sin embargo, por miedo, falta de confianza o simplemente por no querer «meterse en problemas», tendemos a callarnos y no alzar la voz ante estas problemáticas. Pero ¿hasta cuándo vamos a seguir callados?Es importante entender que nuestro silencio no solo nos afecta a nosotros mismos, sino también a aquellos que están sufriendo. No podemos seguir ignorando lo que sucede a nuestro alrededor y cerrar los ojos ante la realidad. Debemos ser conscientes de que tenemos el poder y la responsabilidad de hablar y defender nuestros derechos y los de los demás. No podemos seguir siendo cómplices de la injusticia y la opresión. Es necesario que alzemos la voz y luchemos por crear un mundo más justo e igualitario para todos.
Además, no debemos olvidar que callar también tiene un impacto negativo en nuestra propia vida. Al no expresar nuestras opiniones y defender nuestras creencias, estamos renunciando a nuestra libertad y a ser fieles a nosotros mismos